Viva el autobombo

Y si, algún día se me tenía que dar muchachos.
Si quieren la versión escueta de la historia, lean el gran blog de Diego Agrimbau acá (¡deberían leerlo igual aunque no me hiciera publicidad!) http://www.diegoagrimbau.blogspot.com/2008/09/noticias.html
que tiene la noticia bien sucinta.

Sino sigan leyendo y entérense de la historia desde adentro:
Corrían los últimos meses de 2006 cuando asistía al segundo año del taller de Guión con Mr Agrimbau.
Si bien el primer año lo habíamos cursado en la mayor parte del año Hernán Katchadourian y yo; este segundo y último año se habían sumado Hernán Carreras, Diego Tarallo y Brian Jánchez.
La "tesis final" que intentábamos realizar a pedido del profesor, era crear un libro con historias nuestras de 6 páginas auto conclusivas pero que además formaran parte de una idea global que corriera por todo el libro.
La idea fue una fiesta de egresados e hicimos un cronograma de un par de eventos importantes que tendrían lugar en esa fiesta y cada uno de nosotros contaría un costado del evento.
Como bien dice Agrimbau en su blog, siempre se me complicó conseguir buenos dibujantes que estuvieran dispuestos a perseguir mis locuras, pero justo ese día Diego había vuelto de la UP con un par de tps de dibujantes y me los mostró.
Hizo especial hincapié en uno y como era el primero que había llegado a clase y no tenía a nadie con quien disputármelo, me lo agendé.
Hernán Castellano se llamaba el susodicho y entre Diego y el sensei Capristo (su profesor en la UP) me dieron sus datos y lo llame.
Pegamos onda de laburo de inmediato y le gustó mi guión de seis páginas.
Fui el primero del taller en tener la historieta terminada para la antología y creo que aún hoy sigue siendo la única terminada.
Por ende, ese libro nunca salió a la luz.
Kachas y Janchéz no se auto dibujaron y Tarallo y Carreras no se porque tampoco consiguieron dibujantes.
Y nuestra historieta quedó en el limbo de la tinta china.
Hace unos pocos meses me enteré del concurso de Magma por el día de la historieta y comencé a investigar.
Si bien me gusta mucho el estilo de la revista, caí en la cuenta que no tenía ninguna muestra con el mismo “tono” de la revista y desistí de presentar nada ya que no creía que pudiéramos hacer una historieta para antes que terminara el plazo de entrega.

Luego se extendió el plazo y putee por no haber preparado nada pero nuevamente, ya era tarde para empezar de cero.

El día anterior a que cerrara la fecha definitiva de entrega, hablando con alguien me empezó a llenar la cabeza que presentara algo, que no me costaba nada, que nunca se sabe cuantos se presentan y todas esas cosas.

Pensé que podía hacer, ya que me di cuenta que tenía razón en lo que me decía esta persona y recordé el guión del taller.

Lo llamé a Hernán con quien aún hoy me une una muy buena amistad y hemos intentado hacer otros laburos y el se ocupó de borrarle los nombres y otros detalles.

Al otro día a la mañana me fui para el correo aún sin confianza (entiéndanlo no es poca confianza en nuestra historieta, sino a que no tenía lugar en una revista como Magma, acháquenselo a mi mentalidad publicitaria que se rige en base a públicos objetivos).

Llegué a la caja y le dije a la chica que atendía: ¿Cuanto sale mandar esto hasta acá? Internamente me había puesto un coto, no voy a gastar mas de diez mangos en esto. Y deseaba que me dijeran, sale once para no tener que mandarlo.

- Cuatro pesos – Contestó. Y tuve que despachar la carta.

Pasaron un par de semanas y cuando ya no recordaba que había participado del concurso estaba tomando unos mates en la casa de mis abuelos paternos cuando llega a mi humilde celular un mensaje de Meriggi (director de Magma) diciendo “Jorge. Ustedes ganaron el primer premio del Concurso de Magma”.

Y así termina este cuento. Próximamente, una crónica de la entrega de premios en San Telmo en el día H y la charla que tuve con Alan Moore el sábado pasado cuando me pidió recomendaciones acerca de como volver a la palestra.

JORGE

PD: No se enojen pero no voy a subir la historieta completa todavía. Un tiempito después que se publique, les prometo que la cuelgo.